En el año 2016, tuvimos nuestro primer encuentro con Jason Momoa asumiendo el papel de Aquaman en una breve aparición dentro de la película “Batman v Superman: Dawn of Justice”. Su participación creció significativamente en 2017 cuando se integró al elenco de “Justice League”. Su papel desempeñó un papel vital en el desarrollo del conocido universo cinematográfico de DC, comúnmente referido como el DCEU.
En 2018, presenciamos el lanzamiento de “Aquaman”, dirigida por James Wan, reconocido por sus contribuciones al género de terror con películas como “The Conjuring”. A pesar de un inicio modesto en la taquilla, la película logró recaudar finalmente la impresionante suma de 1.152 millones de dólares, convirtiéndose así en la película de mayor recaudo (hasta ese momento) dentro del DCEU, un logro que ninguna de las propuestas previas de Superman, Batman ni Wonder Woman pudo igualar.
Ahora, nos enfrentamos al estreno de “Aquaman and the Lost Kingdom”, no obstante, este acontecimiento está teñido de cierta melancolía al marcar oficialmente la conclusión del DCEU.
Esta nueva entrega cuenta con el retorno de Momoa, así como de gran parte del elenco original, que incluye a Patrick Wilson, Amber Heard, Dolph Lundgren, Yahya Abdul-Mateen II, Nicole Kidman, Randall Park y Temuera Morrison.
La narrativa nos transporta varios años después de los eventos de la primera entrega. En este momento, Aquaman (Momoa) ostenta el título de Rey de la Atlántida y es padre junto a su esposa Mera (Heard). Aparentemente, todo transcurre con normalidad hasta que diversas áreas submarinas comienzan a desvanecerse a causa de la contaminación, atribuida erróneamente a los humanos como responsables de esta catástrofe. En realidad, Black Mantis (Abdul-Mateen II), obsesionado con vengar la muerte de su padre, establece un pacto con un ser maligno para liberarlo de su encierro.
Para enfrentar a Black Mantis, requieren la colaboración del hermano de Aquaman, Orm Marius (Wilson), quien fungió como el villano principal en la primera película. Ahora, Aquaman y Orm deben unir sus fuerzas para salvar al mundo.
La trama, como se puede notar, parece extraída de un guion perdido de Marvel centrado en Thor y Loki, presentando notables similitudes con “Thor: Ragnarok” en términos de detalles de la historia, el uso de la comedia y otros elementos propios de Marvel Studios. La dinámica entre Momoa y Wilson es efectiva para crear una relación de amor y odio, mientras que la relación entre Momoa y Heard, a pesar de ser matrimonio en la ficción, carece de presencia en pantalla, llegando incluso a hacer parecer a Aquaman más como un padre soltero.
Para los seguidores de la primera entrega, es probable que disfruten de esta secuela. James Wan brinda a Momoa una mayor libertad para expresar su autenticidad en la película, con su carisma permeando la pantalla y constituyendo una de las razones principales para mantener el interés en la trama.
La interpretación de Patrick Wilson como Orm en “Aquaman and the Lost Kingdom” destaca por la profundidad y complejidad que aporta al personaje. Wilson va más allá del típico arquetipo de villano, infundiendo a Orm con conflictos internos, sentido del honor y una seriedad que trasciende las convenciones. Su actuación eleva a Orm de ser simplemente un antagonista a convertirse en una figura crucial, cuyas acciones y decisiones tienen un impacto significativo en la trama.
“Aquaman and the Lost Kingdom” encarna precisamente lo que se espera de una película de superhéroes: es divertida, entretenida, llena de acción y, lo más importante, tiene la capacidad de sostenerse por sí misma sin depender exclusivamente de conexiones con un universo cinematográfico.
Dado que esta representa el último capítulo del DCEU, ahora se avecina el inicio de una nueva era para DC bajo la dirección de James Gunn, quien liderará la primera película del denominado “DC Universe” (DCU) con el estreno de “Superman Legacy” programado para el 11 de julio de 2025. Existen incluso rumores que sugieren la participación de Momoa en el DCU, aunque en un papel diferente, alejándose de Aquaman para asumir el personaje de Lobo. Sin embargo, esta información aún no ha sido confirmada.
A pesar de sus errores narrativos y de ritmo, la película triunfa al ofrecer una aventura visualmente impresionante y llena de acción. La carismática interpretación de Arthur Curry por Jason Momoa, junto con un sólido reparto, garantizan que la película siga siendo atractiva y entretenida en todo momento. Aunque no esté a la altura de las elevadas expectativas de su predecesora, es una experiencia emocionante y agradable para los fans del género, y una adecuada despedida de la era actual del DCEU.