El proceso de transición de la niñez a la adolescencia es un tema recurrente en la industria cinematográfica de Hollywood, conocido como “coming of age”. Algunas de estas películas populares incluyen ‘The Breakfast Club’, ‘Boyhood’ y, más recientemente, ‘Are You There God? It’s Me, Margaret.’ Lamentablemente, la mayoría de estas producciones no abordan adecuadamente la temática de la homosexualidad, y mucho menos cuando se trata de jóvenes latinos. Por esta razón, me cautivó profundamente ‘Aristotle and Dante Discover the Secrets of the Universe‘ y su excepcional narrativa.
La película nos transporta a la década de los ochenta, específicamente a 1987, un período en el que la homosexualidad era estigmatizada por la sociedad, principalmente debido a su asociación con la crisis del VIH. Además, era utilizada como motivo de burla y marginación por parte de otros.
‘Aristotle and Dante Discover the Secrets of the Universe’ nos presenta a Aristóteles, conocido como Ari (interpretado por Max Pelayo), un joven que se siente desconectado del mundo que lo rodea. Su vida da un giro cuando decide aprender a nadar en la piscina local y conoce a Dante Quintana (interpretado por Reese Gonzales), otro adolescente con el que desarrolla una amistad profunda. Dante comparte su pasión por el arte, influenciada por sus padres, mientras que Ari proviene de un hogar más tradicional, caracterizado por la falta de comunicación y la encarcelación de su hermano, un evento que marcó profundamente a su familia.
Sin embargo, la vida toma un nuevo rumbo cuando el padre de Dante se muda de Texas a Chicago para enseñar en una universidad. A pesar de la distancia física, Ari y Dante mantienen su comunicación, y este alejamiento provoca que ambos jóvenes exploren sus curiosidades sexuales.
Ari representa la experiencia de muchos jóvenes queer de origen inmigrante, quienes recurren al autocontrol como mecanismo de defensa ante la falta de apoyo de sus padres debido a las diferencias culturales en la comunidad LGBTQ+. En un principio, podría parecer que Dante, siendo un mexicano-americano de piel clara y proveniente de una familia de clase media-alta, tiene el privilegio de ser abiertamente gay, mientras que Ari no lo tiene. Sin embargo, la homosexualidad de Dante se convierte en un problema una vez que regresa a El Paso.
El conflicto de estos jóvenes se desarrolla principalmente en su interior, ya que luchan consigo mismos en lugar de enfrentarse a un mundo hostil hacia la homosexualidad, especialmente en el contexto de 1987 y la crisis del VIH a la que se hace referencia en las transmisiones televisivas de fondo. En términos dramáticos, su lucha es principalmente una batalla interna.
La guionista y directora Aitch Alberto ha realizado un trabajo impresionante al abordar la complejidad de los temas presentados en ‘Aristotle and Dante Discover the Secrets of the Universe‘. Asumiendo grandes riesgos en su primer largometraje, Alberto eligió una historia que involucra a adolescentes que compran alcohol, fuman marihuana y enfrentan serios problemas de control de la ira.
El desafío más significativo para Alberto fue encontrar a dos jóvenes actores que pudieran dar vida a estos personajes de manera auténtica, alejándose de los estereotipos adolescentes que a menudo se ven en el cine. Ari debía ser una mezcla de dureza y vulnerabilidad, lo suficientemente estoico y carismático como para que el público se enamorara de él. Por otro lado, Dante necesitaba encarnar un espíritu libre, hablar con rapidez y sentirse auténtico como alguien destinado a brillar incluso décadas después de que los matones escolares hayan desaparecido.
Alberto optó por Max Pelayo y Reese Gonzales, dos actores desconocidos para estos papeles, y su elección resultó acertada. En el caso de Pelayo, el público puede percibir el esfuerzo que el joven actor puso en su interpretación, una vulnerabilidad que en última instancia enriquece al personaje, ya que Ari está atrapado en su propio mundo interior. Mientras tanto, Gonzales personifica a Dante de manera convincente, como alguien vulnerable y sin inhibiciones, capaz de plantear preguntas íntimas a su amigo sin que la película caiga en la comedia vulgar. La química entre ambos actores es palpable, y los espectadores comprenden de inmediato por qué estos personajes son amigos, aunque persista la duda sobre si deberían llevar su relación al siguiente nivel.
Es fácil reducir ‘Aristotle and Dante Discover the Secrets of the Universe‘ a una historia de madurez queer, pero la forma en que está contada la convierte en una de las películas para adolescentes más completas que existen. Adaptar esta película para un público de 13 años no debió ser tarea sencilla, pero Alberto logró un magnífico trabajo en su primer largometraje. Espero ver más obras de ella, al igual que seguir la carrera de Max Pelayo y Reese Gonzales.