La historia del maestro que inspira a sus alumnos agotados por las vicisitudes del mundo es un arco narrativo ampliamente explorado en el cine en películas como “Dead Poets Society,” “Stand and Deliver,” “Lean on Me” y “Dangerous Minds.” Sin embargo, rara vez una película se adentra de manera tan profunda en las razones que llevan a dichos estudiantes a no poder superar sus obstáculos por sí mismos. En este sentido, “Radical” logra precisamente eso, al describir de manera exhaustiva las difíciles circunstancias de sus personajes, al mismo tiempo que presenta al público a su heroico mentor de la educación superior. La película pinta un sombrío retrato de los efectos de la pobreza en una escuela primaria mexicana, pero también ofrece una visión esperanzadora a través de la emotiva actuación de Eugenio Derbez.
Derbez interpreta a Sergio Juárez, el educador de la vida real en el centro de “Radical”, quien toma la sorprendente decisión de solicitar un traslado a la escuela primaria José Urbina López de Matamoros. Ni siquiera el director de la escuela (Daniel Haddad), apodado “Director” en toda la institución, puede creer lo que escucha. La escuela José Urbina López es un lugar donde nunca se han instalado computadoras y la biblioteca apenas cuenta con libros. Sin embargo, Sergio está convencido de que puede enseñar a sus estudiantes a amar el aprendizaje en lugar de centrarse exclusivamente en un examen estandarizado, que aún no ha sido aprobado por la mitad de la clase.
Eugenio Derbez, quien recientemente desempeñó un sólido papel secundario en la película ganadora del Oscar del año pasado, “CODA”, no es ajeno a las historias que involucran a inspiradores educadores. Sin embargo, en esta ocasión, asume el papel principal sin ningún contrincante de igual calibre en términos de comedia. Además, tiene la tarea de cautivar a un público principalmente angloparlante que, en su mayoría, prefiere no lidiar con subtítulos en español. Derbez maneja esta tarea con gracia y facilidad, como cabría esperar de una superestrella con cuatro décadas de experiencia en la industria cinematográfica mexicana. Sus escenas en el aula le ganan el cariño tanto de los alumnos como de los espectadores, ya que nunca cae en la condescendencia y siempre deja espacio para que los jóvenes actores brillen.
Estos jóvenes actores, en su mayoría Danilo Guardiola, Mía Fernanda Solis y Jennifer Trejo, brillan en sus respectivos roles, ya que “Radical” sigue sus vidas fuera de la escuela. Niko, el payaso de la clase, comienza a descubrir gradualmente su amor por el aprendizaje, pero sus lazos con la pandilla del barrio le impiden avanzar, lo que parece una tarea insuperable. Lupe, por su parte, anhela debatir sobre filosofía al estilo de John Stuart Mill, pero el último embarazo de su madre amenaza con sacarla de la escuela y convertirla en niñera a tiempo completo. Finalmente, Paloma, capaz de construir un telescopio por sí misma, se ve obligada a cuidar a su enfermo padre, quien es escéptico acerca de la ciencia.
Cada una de las historias de estos niños se desarrolla con un equilibrio delicado, justificando al mismo tiempo su reticencia a continuar con su educación y demostrando cómo la intervención de Sergio en sus vidas resulta ser más una ventaja que una carga. Esta es la tarea más desafiante de “Radical”, y en ocasiones, la película cae en los tropos típicos de las películas inspiradoras sobre la educación. Sin embargo, el sólido guión y la dirección de Christopher Zalla se benefician de la historia real que guía los eventos de la película, basada en el artículo de WIRED de Joshua Davis. Esto evita que la película se sumerja en sus propias sensibilidades de manera excesiva.
A medida que avanza la trama de “Radical”, la tragedia y el triunfo se entrelazan de manera conmovedora, aunque quizás la película no se detiene lo suficiente en ninguno de los dos en su conclusión. La fortaleza de la película reside en la emotiva actuación de Derbez y sus conmovedores momentos con cada alumno, demostrando que Sergio sabe cómo despertar un auténtico entusiasmo por la educación al aprovechar los intereses personales de cada niño. A pesar de que el desenlace puede sentirse un tanto apresurado después de la acumulación tan cuidadosa, los espectadores salen de la película con un sentimiento de protección y orgullo al pensar en Sergio y sus alumnos.
