Este año, Disney conmemora su centenario, ofreciendo a su audiencia una serie de recordatorios que resaltan la magia que ha caracterizado este último siglo. El mes pasado, Disney presentó “Once Upon a Studio”, una encantadora celebración de los proyectos de animación del estudio a lo largo de los años, capturando la maravilla y el corazón de estas películas en un cortometraje de nueve minutos. En el caso de la 62ª película de Disney Animation, “Wish“, intenta conmemorar el centenario de una manera única, haciendo referencia a las queridas películas del pasado mientras ofrece una nueva historia para el fanático de Disney.
Desde los inicios de la animación de Disney, los deseos han desempeñado un papel integral en sus películas. La primera canción de la primera película de animación de Disney, “Blancanieves y los siete enanitos” (1937), titulada “I’m Wishing”, mostraba a Blancanieves cantando por amor. La icónica “When You Wish Upon a Star” de “Pinocho” (1940) se ha convertido esencialmente en el tema distintivo del estudio. Por ende, centrar una película en torno a los deseos parece ser la forma perfecta de conmemorar este logro.
“Wish” nos transporta al reino de Rosas, creado por el rey Magnífico (interpretado por Chris Pine) y la reina Amaya (Angelique Cabral). El rey posee el poder de conceder los deseos del pueblo, quienes le entregan sus deseos al cumplir sus 18 años.
Asha (interpretada con la ganadora de un Oscar Ariana DeBose) quiere ser aprendiz de Magnifico y tras hacer un buen papel en la entrevista, se le concede el raro privilegio de ver la sala donde se guardan los deseos. Cuando Asha pide que Magnifico conceda el deseo de su abuelo, Sabino (Victor Garber), éste se muestra frío y se niega. Se produce una discusión en la que Asha se entera de que Magnifico acapara los deseos como medio de mantener pasiva a la población.
Horrorizada, Asha abandona el palacio y se adentra en el bosque, donde pide su propio deseo, que hace caer una estrella de los cielos. Ésta imbuye a Asha de poderes que decide utilizar para liberar a todos los deseos cautivos de Magnífico, de modo que los ciudadanos de Rosas puedan recuperarse.
Uno de los puntos fuertes notables de “Wish” son las actuaciones vocales. Chris Pine se sumerge con entusiasmo en el papel del Rey Magnífico, encarnando al primer villano directo de Disney en una película de animación en mucho tiempo. Aunque su perspectiva es comprensible hasta cierto punto, termina cruzando una línea. De la misma manera, Ariana DeBose brinda vida al personaje de Asha y a las canciones. El elenco secundario, compuesto por los amigos de Asha, interpretados por Harvey Guillén, Evan Peters y Ramy Youssef, junto con Alan Tudyk como Valentino, la cabra de Asha, añaden una capa adicional de calidad a las actuaciones.
A pesar del esfuerzo de Julia Michaels y Benjamin Rice en la composición, cada canción parece quedarse a pocos grados de ser memorables. La música, a diferencia de la exitosa banda sonora de “Encanto”, resulta ser una decepción en “Wish“.
Sorprende la falta de originalidad del guión de “Wish”, escrito por Jennifer Lee (“Frozen”) y Allison Moore. El personaje de Asha carece de profundidad y se convierte rápidamente en un simple engranaje en la trama. Aunque su naturaleza desinteresada tiene su encanto, deja a Asha sin una identidad distintiva. En este sentido, “Wish” no logra captar la magia que ha sido la firma de Disney durante el último siglo y parece más un intento fallido de emular el estilo de la compañía en lugar de una obra original.
Además, “Wish” intenta incorporar referencias a la historia de Disney de manera forzada, introduciendo personajes que evocan a clásicos como Bambi y Thumper, o referencias directas a Peter Pan y Mary Poppins. Estas alusiones, lejos de enriquecer la historia, parecen innecesarias y solo sirven para recordar películas mucho mejores de las que “Wish” intenta extraer inspiración de manera pobre.
En conclusión, Disney ha marcado un siglo de animación que ha dejado una huella en el cine. “Wish”, sin embargo, no logra estar a la altura de los estándares que la compañía ha establecido a lo largo de estos 100 años. Aunque Disney ha liderado la animación en el cine durante gran parte de su existencia, “Wish” resulta ser una decepcionante conmemoración de este legado.
