Smurfs: Una Nueva Aventura Azul con Corazón y Magia (Reseña)

Para quienes crecimos en los años 80, Los Pitufos eran una cita obligada cada sábado por la mañana. Hoy, con más de 40 años a cuestas, ese recuerdo evoluciona en una experiencia completamente distinta con Smurfs, la nueva propuesta animada de Paramount que apuesta por un enfoque moderno, emotivo y algo irreverente de los clásicos personajes azules creados por el artista belga Peyo.

Un nuevo comienzo para un viejo pueblo azul

Bajo la dirección de Chris Miller (Shrek the Third, Puss in Boots) y basada en una historia escrita por Pam Brady. Smurfs introduce a un nuevo personaje central: No-Name, un Smurf sin talento ni propósito aparente, interpretado con entusiasmo por James Corden. Su anhelo de pertenencia en la aldea lo convierte en el alma emocional de la cinta. Aunque su número musical introspectivo al principio rompe un poco el ritmo, su arco dramático es potente y resonante, especialmente para quienes ya no somos niños.

Por suerte, no está solo. Smurfette, con la voz de Rihanna, aparece como una mentora empática que también conoce la sensación de ser diferente. Su intervención ayuda a consolidar el tono emocional del filme, que equilibra la aventura con momentos de introspección. Aquí su tráiler.

De libros mágicos a portales interdimensionales

La historia da un giro emocionante con la llegada de Grimoire, un libro mágico parlante con la voz de Amy Sedaris, que otorga poderes a No-Name y lo lanza, junto a sus amigos, a una misión interdimensional. Cuando una falla en la realidad revela la ubicación de la aldea Smurf, entra en escena Rosamel, el hermano menor y más malévolo de Gargamel.

Con la desaparición de Papá Pitufo (John Goodman), se activa un rescate liderado por su hermano perdido, Ken (Nick Offerman), que llevará a nuestros héroes por portales mágicos a lugares como Francia, Australia y Múnich. Esta mezcla de mundos reales y animación rinde frutos visuales. Los Smurfs nunca se habían visto tan expresivos y vivos en la pantalla grande.

Gargamel, Rosamel y una dosis inesperada de comedia

La decisión de hacer de Gargamel (JP Carillac) un antagonista secundario, más patético que malvado, resulta atrevida. El personaje, movido por un deseo de aprobación fraternal, se convierte en una figura casi entrañable. Su gato Azrael, en cambio, es puro caos cómico, robándose cada escena, en especial una hilarante secuencia con el esbirro Joel (Daniel Levy).

Rosamel, como el verdadero villano, aporta inteligencia y peligrosidad. La tensión familiar entre ambos hermanos suma capas de comedia y drama. A esto se suman nuevos personajes memorables como Turtle (voz de Marshmello), un surfero relajado con vibras de Finding Nemo. Mama Poot (Natasha Lyonne), una matriarca hilarantemente intensa y con historia romántica con Ken.

Humor, crítica y un mensaje poderoso

La película logra equilibrar comedia física, guiños para adultos y una historia con corazón. Pero también lanza una crítica sutil a la cultura del rendimiento: en la aldea Smurf, tu identidad depende de lo que haces o en qué eres bueno. No-Name encuentra finalmente su lugar, pero no sin atravesar conflictos emocionales profundos que resuenan con audiencias adultas.

Este mensaje, envuelto en una colorida aventura, la hace una propuesta que “pega diferente” si tienes más de 40. Aun así, no pierde su enfoque infantil: los más pequeños del público respondieron con risas, aplausos y emoción.

Smurfs

Animación deslumbrante, música irregular

Visualmente, Smurfs es un deleite: colores vibrantes, texturas nítidas y expresiones faciales detalladas que elevan el estándar de la franquicia. Lamentablemente, el apartado musical es más débil de lo esperado. Salvo por el tema interpretado por Rihanna que deja una marca emocional duradera.

Reparto desigual, pero efectivo

Aunque la película cuenta con talentos como Octavia Spencer, Nick Kroll y Hannah Waddingham, muchos tienen roles casi inexistentes. Aun así, el trío central (Corden, Rihanna, Offerman) sostiene con fuerza la narrativa. Y eso basta para mantener el interés durante toda la travesía.


Veredicto final

Con Smurfs, Paramount logra revitalizar una franquicia clásica sin traicionar su esencia. La película combina elementos modernos, nuevos personajes carismáticos y un mensaje profundo sobre identidad y pertenencia. Puede que no todos los chistes funcionen y que algunos personajes se sientan desaprovechados, pero esta nueva entrega es, sin duda, el mejor retrato cinematográfico de los pequeños azules hasta la fecha.

Una secuela parece inevitable, y ojalá esta vez le den a Gargamel el protagonismo malvado que merece.

Veredicto: Una aventura animada encantadora, ideal para toda la familia.

Smurfs poster

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