A principios de la década de 2000, Disney apostó por adaptar al cine las atracciones más populares de sus parques temáticos, con resultados dispares. Tras el éxito de Pirates of the Caribbean: The Curse of the Black Pearl, Disney intentó dar vida a The Haunted Mansion, protagonizada por Eddie Murphy. Aunque la película funcionó moderadamente bien en taquilla, no logró captar la magia de la querida atracción, eclipsada por la popularidad de Piratas y el icónico personaje de Jack Sparrow.
Ahora, dos décadas después, Disney ha vuelto a intentar llevar una de sus atracciones a la gran pantalla. Esta vez bajo la dirección de Justin Simien (Bad Hair) y con guión de Katie Dippold (The Heat). El resultado es una película encantadora y deliciosamente espeluznante que capta con éxito la esencia de la icónica atracción de más de 50 años.
La historia nos presenta a Gabbie (Rosario Dawson) y a su hijo Travis (Chase W. Dillon), que se mudan a una misteriosa mansión sólo para descubrir que está encantada. Para librar a la casa de sus espectrales habitantes, recurren a la ayuda de Ben (LaKeith Stanfield), un guía turístico paranormal de Nueva Orleans; el Padre Kent (Owen Wilson), un sacerdote; la excéntrica médium Harriet (Tiffany Haddish); y el entendido historiador Bruce Davis (Danny DeVito). Una vez dentro de la mansión, se ven perseguidos por 999 fantasmas, lo que obliga al grupo a permanecer unido hasta resolver el misterio. Sus encuentros incluyen enfrentarse al espectro más terrorífico de todos, el Fantasma de la Caja de Sombreros (Jared Leto), y recibir ayuda de Madame Leota (Jamie Lee Curtis), una vidente atrapada en su bola de cristal.
El elenco de actores es lo que hace que Haunted Mansion sea una buena película. Todos los actores se complementan a la perfección, creando una verdadera sensación de camaradería entre los personajes.
La interpretación de Gabbie por Rosario Dawson es cautivadora, ya que transmite una mezcla de miedo, determinación e instinto maternal a la hora de proteger a su hijo. Chase W. Dillon brilla como Travis, captando sin esfuerzo la curiosidad y el asombro de un niño en medio de las espeluznantes circunstancias. La dinámica entre Dawson y Dillon forma el núcleo emocional de la película, fundamentando los elementos fantásticos en las emociones humanas.
LaKeith Stanfield destaca en su interpretación de Ben, un guía turístico quien muestra los lugares embrujados en Nueva Orleans. Sus interacciones con los demás personajes, especialmente con Travis, proporcionan algunos de los momentos más conmovedores de la película. Owen Wilson aporta su característico encanto y humor al Padre Kent, creando un personaje que aporta ligereza y calidez al grupo.
La interpretación de Harriet por parte de Tiffany Haddish acapara todas las miradas, ya que su gran personalidad complementa los aspectos sobrenaturales de la película. Su excentricidad añade un toque encantador, haciendo de su personaje una incorporación inesperada pero bienvenida al equipo. El Bruce de Danny DeVito es la voz de la razón, aportando contexto histórico y sabiduría en medio del caos.
Madame Leota, interpretada por la icónica Jamie Lee Curtis, es un personaje cautivador. Atrapada en su bola de cristal, proporciona al grupo pistas y orientación vitales, mezclando a la perfección el mundo místico con el humano.
Al igual que Piratas del Caribe, Haunted Mansion se inspira en la atracción y crea su propia narrativa. Además, la película proporciona una sorprendente profundidad emocional a sus personajes, incluso en los más generales, como Harriet, de Haddish, y Ben, de Stanfield, que lidian con temas de pérdida y despedida.
Al final, demuestra ser una adaptación exitosa que se mantiene fiel a la esencia de la querida atracción, al tiempo que presenta una historia fresca y entretenida. Consigue un delicado equilibrio entre ser lo suficientemente espeluznante como para que toda la familia disfrute, sin entrar en el territorio del terror.